La videovigilancia urbana acerca Bilbao a Marbella

La reciente instalación de cámaras en el popular barrio de San Francisco en Bilbao guarda relación con las bases legales sentadas a este respecto en Marbella. Y es que hace aproximadamente un año que la localidad malagueña estableció los fundamentos de la videovigilancia urbana en España al instalar el sistema de cámaras más sofisticado hasta entonces: 85 dispositivos de ultra alta definición dotados con 16 megapíxeles, lo que confería a las imágenes una calidad extraordinaria.

La tendencia no era, ni es, ajena a otra serie de capitales, inmersas en estos momentos en la misma fase de implantación. En Bilbao, sin ir más lejos, Electro Alavesa instaló el pasado mes de diciembre un total de 50 cámaras de alta definición para extremar la vigilancia en el barrio de San Francisco. 

En el caso del proyecto marbellí, que este año iniciará su segunda fase con la instalación de otras 105 cámaras, el funcionamiento se ajusta a los principios de la Unión Europea, que prohíbe el reconocimiento facial y el uso de otros datos biométricos sin consentimiento expreso del individuo.

Pues bien, en Marbella se han situado en los límites de la ley aplicando la inteligencia artificial a una búsqueda por apariencia, esto es, no centrándose en la cara de la persona sino fijándose en el color de su ropa, el género o edad, el color del pelo e incluso la forma en la que camina. Todo en tiempo real y con el consentimiento del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, garante del cumplimiento de la normativa europea.